Todo lo que puede el café {Megan F.

-Odio los lunes-mascullé. Los detestaba con todo lo que era y más este día: Me había quedado dormida; luego, cuando por fin llegué al estudio donde grabábamos The Dictator, la puerta estaba cerrada y tuve que esperar afuera, congelándome, hasta que alguien me abrió. Al salir del estudio (allí no pasó nada, por suerte), ni bien me dirigía a la esquina para tomar un taxi, me empezaron a perseguir un montón de fans. Mierda, pensé en ese momento. Hay veces que preferiría no haber sido ni modelo ni actriz, pero sabía que eso era sólo una idea pasajera, pues me encantaba mi trabajo.

-Mejor me voy a Starbucks, a ver si me relajo. Y, ¿quién dice? Tal vez me encuentro a alguien-me tomé un taxi y me dirigí hacia allí. Al entrar por la puerta me puse mis anteojos de sol y me subí la capucha de mi campera. Mientras menos gente persiguiéndome, mejor, me dije. Buscando mesa, distinguí una cabellera rubia, inconfundible si habías visto Soy el número cuatro quichicientas veces, como yo. Me encaminé a aquella mesa.

-Hola, "alienígena"-le bromeé mientras le daba unos golpecitos en el hombro-¿Puedo sentarme contigo, Alex?-le pregunté

Me saqué mis anteojos y me bajé la capucha mientras me sentaba y le daba las gracias al muchacho. No podía negar que Pettyfer me atraía bastante: era guapo, atlético, rubio e inglés. Todo lo que buscaba en un chico. Sonreí ante su primer comentario, pero la transformé en una mueca al oir la segunda parte. Realmente mi mañana había sido un desastre, aparte de que cuando me había levantado me encontré con un desastre en el lugar de mi pelo. Resoplé.

-Ni me hagas acordar: fue un desastre. Me quedé dormida; cuando llegué al estudio, tuve que esperar afuera porque la puerta estaba cerrada; y, al salir, me atacó una avalancha de fans. Por eso todo este disfraz-me señalé.-¿Y la tuya? Seguramente, digas lo que me digas, fue mejor que la mía-me reí levemente. Busqué con la mirada la caja y encontré lo que buscaba: el jugo de manzana de Starbucks-¿Te molesta que me vaya a buscar un jugo, Alex? La verdad es que lo necesito.-le pregunté amablemente.